- Rendimiento fluido a 120Hz
- La barra de sonido es fuerte y clara
- Muchas opciones HDR
- Negros débiles
- Ángulos medios de visión
- No es ideal para el gaming en PC
El Philips Momentum 559M1RYV se ha publicitado como el primer monitor 4K para gaming que ha sido optimizado especialmente para la Xbox Series X. Sin dudas, esta es una pretensión bastante elevada, pero con sus tres puertos HDMI 2.1, su compatibilidad con HDR y su frecuencia de actualización de 120 Hz, al menos en los papeles parece tener lo todo lo necesario para ser un digno rival de los monitores para juegos lanzados este año.
Sin embargo, por el momento esto es solo en teoría. Si tenemos en cuenta que los monitores para la Xbox Series X deben competir frente a frente con los televisores para PS5 y para la Xbox Series X (y ciertamente este monitor es lo suficientemente grande como para rivalizar directamente con algunos de los televisores para juegos que existen en el mercado) ¿tendrá el Philips Momentum 559M1RYV todo lo que se necesita para justificar su elevado precio de 1299,99 dólares?
Diseño y Características
Aparte de su tamaño, la estética del Philips Momentum 559M1RYV no logra llamar mucho la atención, a excepción de la barra de sonido que vemos en la parte inferior, lo que es poco habitual en los monitores para juegos (incluso en la actualidad). También incluye un pequeño control remoto, otra rareza en este tipo de pantallas. El monitor pesa bastante, así que si quieres moverlo de un lado a otro, probablemente necesites la ayuda de otra persona. También puede resultar particularmente difícil alinear la pantalla contra la pared para sacarle mejor provecho a las funciones Ambiglow (el Ambilight para monitores).
Hablando de la función Ambiglow, esta fue una de las adiciones más decepcionantes de este monitor Philips en particular. Considerando que la empresa lleva años perfeccionando esta tecnología, fue una verdadera pena que no haya funcionado correctamente en la unidad que recibimos para testear. Independientemente de los modos personalizables que pudimos probar (normalmente optamos por el ‘Follow Video’ para permitir que la pantalla se integre con el fondo), el panel siempre regresaba a un verde estático y áspero después de realizar los cambios en la pantalla: incluyendo, entre otros, el cambio de los modos HDR, el ajuste de la saturación del color y la apertura del menú.
Los ángulos de visión tampoco fueron los mejores. Dado que el Philips Momentum 559M1RYV es un monitor para juegos, probablemente quieras sentarte delante de él, en el centro, y con la pantalla orientada de acuerdo a tu gusto. Sin embargo, sin importar dónde nos sentáramos (o si estábamos de pie), en cualquier ángulo cercano o lejano a la pantalla, casi siempre nos encontramos con un color gris intenso en lugar de negros profundos. Esto se debe al tipo de panel, ya que en este caso no estás accediendo al potencial de producción de colores que si obtendrías un panel IPS, y tampoco te beneficias de las características de un OLED o un QLED, lo que puede ser un poco decepcionante. Es decir, se trata de un monitor gaming que se vende por un precio muy elevado pero con una imagen muy normal.
En el apartado del audio, las cosas mejoran bastante porque la barra de sonido Bowers and Wilkins, de 40 W y con canales estéreo 2.1, ofrece un nivel de volumen adecuado y una claridad suficiente como para disfrutar de los audios. No son los altavoces con más graves que hayamos oído, pero sí son lo suficientemente nítidos como para que tus juegos suenen cómo deben sonar. La Xbox Series X incluye el sonido envolvente Dolby Atmos, así que en este caso siempre obtendrás una mejor calidad de audio que la que brindan los altavoces internos de algunos monitores y televisores para juegos.
Rendimiento
Desde una perspectiva técnica, el Philips Momentum 559M1RYV incorpora todos los puertos que podrías esperar en un monitor premium para gaming, es decir, un puerto DisplayPort 1.4 y tres HDMI 2.1. Lo primero que hicimos fue probar este panel con una Xbox Series X corriendo los juegos a 120Hz (o modo de Alto Rendimiento, tal como los juegos compatibles denominan a esta frecuencia). Sin embargo, también probamos la capacidad del Momentum como un monitor de computadora de gran tamaño con uno de nuestros equipos portátiles Razer Blade, y los resultados fueron menos favorables a 144Hz.
Aunque las pruebas de los juegos de PC en el panel fueron consistentemente fluidas y giraron siempre en torno a este tipo de frecuencias de fotogramas, la calidad general de la imagen sí lució algo opaca y apagada, y le faltó esa vivacidad que sí logramos percibir en la Xbox Series X. Por esta razón, no lo recomendaríamos como un monitor para jugar en PC. Independientemente de la plataforma, pudimos comprobar que el rendimiento puro está estrechamente ligado a la frecuencia de actualización variable (VVR) y al Adaptive Sync, porque estos permiten reducir en gran medida los defectos visuales, el tearing y el ghosting, aunque hay una salvedad importante en lo que se refiere a la calidad de la imagen.
El panel LCD VA que utiliza este monitor es muy útil para el movimiento, sobre todo si se utiliza el modo HDR ‘Xbox’ que se ha creado para este sistema, aunque los negros (y los colores más oscuros de cualquier tipo) son propensos a sufrir un efecto de ‘blooming’ que no resulta muy agradable. Esto se percibe especialmente cuando la pantalla se oscurece, tal como sucede en los juegos como Ori and the Will of the Wisps, Doom Eternal y Devil May Cry 5, en donde el exceso de white bloom y de ghosting hacen que la calidad de la imagen se vea completamente afectada y que la experiencia de juego en esos momentos sea muy desagradable. Teniendo en cuenta su relación de contraste de 4000:1, los negros no logran estar a la altura. Además, notamos que los colores se veían lavados cuando lo utilizamos con nuestra configuración para juegos portátil (notebook), independientemente del modo HDR que estuviéramos utilizando.
Por otro lado, vale la pena recordar que -a pesar de su tamaño- el Philips Momentum 559M1RYV sigue siendo un monitor para gaming, es decir que no incorpora el formato Dolby Vision HDR que ya se está implementando en este formato. Pero habiendo dicho esto, los modos SmartImage HDR que incluye el monitor (HDR Gaming, HDR Movie, ‘Xbox’, etc.) en general lucen bastante bien, con una reproducción fiel del color, tal como se puede esperar de un panel con una cobertura sRGB del 125%. Sin embargo, el modo anunciado como DisplayHDR 1000, se veía algo apagado y carente de vida, especialmente en los juegos más vívidos como el Doom Eternal, que tiene un diseño visual en naranja oscuro y rojo brillante. Te recomendamos mantener el monitor en el modo ‘Xbox’ para lograr la calidad de imagen más consistente, a menos que tengas la intención de hacer streaming de video, en cuyo caso el HDR Movie estará más que bien.
Pero en definitiva, ¿cómo se comporta el Philips Momentum 559M1RYV para jugar a 120Hz en los juegos más recientes? Pues bien, el rendimiento es estable y no presenta efectos de flickering, ni de ghosting, ni de distorsión en los movimientos. Ya hemos mencionado que los colores pueden ser algo decepcionantes si estás buscando específicamente eso, pero cuando juegas al Dirt 5 o al Doom Eternal, la acción en pantalla es suave como la seda en todo momento, sin problemas de stuttering ni pérdidas de velocidad de fotogramas.
¿Deberías comprarlo?
En un mundo en el que los televisores de alta gama, como es el caso del LG OLED CX (nuestra elección como el mejor TV para la Xbox Series X), son capaces de entregar una frecuencia de actualización similar a la del Momentum 559M1RYV, pero con una mejor calidad de imagen y con varias características que lo superan, será un monitor muy difícil de vender. Además, para ser honestos, los jugadores de consolas que quieren obtener frecuencias de actualización elevadas en Ultra HD se sentirán mejor con algunos de los otros modelos que seleccionamos en nuestro resumen con los mejores televisores 4K de 120 Hz.
De manera similar a otros monitores con frecuencias de actualización elevadas, el Philips Momentum 559M1RYV cede calidad de imagen a cambio de rendimiento, y esto finalmente lo afecta demasiado. Aunque todo el movimiento luce muy bien en la pantalla, y a pesar de que se beneficia de colores vívidos, el paquete completo se perjudica con unos negros demasiado débiles y con unos ángulos de visión bastante pobres, lo que ocasiona que todo lo demás que quieras hacer en este monitor, y que no sea precisamente gaming, esté alejado del rendimiento ideal.
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